ELECCIÓN DE El TEMA DE INVESTIGACIÓN

ELECCIÓN DE El TEMA DE INVESTIGACIÓN Haga una lista de cinco temas que le gustaría en este momento desarrollar. Puede ser una institución: el matrimonio, el divorcio, el arrendamiento, etcétera; un tipo penal: el suicidio, el robo, etcétera; un concepto: la soberanía, los derechos humanos; un organismo: la Organización de Naciones Unidas, la Comisión de Arbitraje Médico. De los cinco temas seleccionados, priorice del que despierta mayor interés al que menos, y señalen si tuvieran qué elegir en este momento sólo uno, cuál elegirían. La elección del tema lleva implícita sus cualidades sobre las que es necesario reflexionar. Es necesario preguntarse y responder si el tema elegido es viable, original, útil y desde luego, si se es capaz de llevarlo a cabo. A. Originalidad La originalidad de un tema no está en un título poco conocido, sino en lo que se quiere saber sobre el tema. Para ello debe hacerse una indagación preliminar así sea muy superficial para saber más o menos cuáles han sido las líneas de investigación desarrolladas hasta ahora y/o los enfoques, de manera que se pueda establecer una nueva lectura del tema. B. Utilidad Un trabajo de investigación debe servir a la sociedad. El investigador tiene un compromiso social y debe encaminar su esfuerzo a tratar de resolver los problemas que aquejan a la sociedad, o bien aportar elementos de explicación para la comprensión del derecho como fenómeno social. Sin embargo, una investigación podrá llegar a ser útil a la sociedad, siempre y cuando el investigador esté convencido o intuya que el trabajo que va emprender será útil para él: satisfacer su curiosidad intelectual, enriquecer su cultura jurídica. No hay tarea más difícil e inútil para el individuo, y en consecuencia para la sociedad, que aquella que se inicia sin querer. FASE I La primera fase consiste en plantearse el problema sobre el que va a realizarse la investigación. “Esta etapa se conoce con el nombre de «aporética» que viene del griego «aporía», dificultad, problema” (Azúa, p.7) 3.1.- La elección del tema Los temas o problemas jurídicos que concentren la atención de una tesis [o trabajo de investigación] deben ser además actuales, vigentes y atractivos para el estudiante.  Dichas características son susceptibles de orientarse con discusiones abiertas por parte de maestros y asesores que tengan una visión prospectiva de la ciencia jurídica y que no se encuentren anclados con el pesado lastre de hacer que los estudiantes traten de «repetir su propia experiencia». En efecto, el objeto de una tesis, puede ser sugerido por el docente o elegido libremente por el alumno. En ambos casos, es imprescindible que, antes de empezar cualquier profundización en el tema, se cuente con una información preliminar que pueda sugerir la variedad de facetas que resultan especialmente interesantes para los alumnos. (Witker, 1986, p. 44)  Fase II En la elección del tema hay que tener en cuenta algunos aspectos: (Azúa, p. 9)  Buscar claridad en la captación del problema pues si éste es confuso será imposible que avancemos en el trabajo;  El problema principal debe ser determinado y único, pues si fueran dos o más deberíamos hacer tantas investigaciones como problemas encontráramos. Analizar un asunto implica dividirlo para poderlo manejar; por tanto, una pluralidad de problemas nos dificultará llegar a resultados;  Evitar la falsedad de uno o varios de sus supuestos, es decir que la observación que hagamos del problema debe ser cuidadosa, de lo contrario podremos encontrar problemas en donde en realidad no existen y consecuentemente nuestra labor será estéril;  Los temas en que desarticulen el problema deben ser trascendentes para su solución, si no sólo divulgaremos sin obtener frutos;  La amplitud de las cuestiones debe ser abarcable, para que no tengamos que quedarnos a medio camino.  Eco resume las reglas para la elección de un tema en las siguientes: (Eco, p. 25) Que el tema corresponda a los intereses del estudiante (que esté relacionado con el tipo de exámenes rendidos, sus lecturas, su mundo político, cultural o religioso);  Que las fuentes a que se recurra sean asequibles, es decir, al alcance físico del estudiante;  Que las fuentes a que se recurra sean manejables, es decir, al alcance cultural del estudiante;  Fase III Una vez haya concretado el tema de su trabajo de investigación, formule por escrito un título provisional. Justifique la concreción del tema en este título ¿Qué tema elegimos?  La consulta bibliográfica preliminar puede ser interdisciplinaria. Una vez elegido el tema, se debe proceder a efectuar un sondeo general de la bibliografía jurídica existente, en el área o áreas seleccionadas con el objetivo de:  Lograr una visión global del área;  Relacionar o inventariar los temas que conforman la misma;  Establecer la interdependencia de temas, y  Seleccionar los temas o subtemas que integrarán la tesis.  Identificar Autores relevantes por nivel de citación Este sondeo, o revisión general, se reduce a la consulta rápida de unas pocas obras generales, consulta que debe ser de tipo exploratorio, que darán una visión panorámica de ellas y de los temas que encierran. Las obras generales nos ayudan a localizar y situar el problema y nos proporcionan datos y referencias a otras obras más especializadas para comprobar su existencia como problema. Sobre todo, en una primera exploración se puede determinar qué bibliografía se encuentra accesible en la propia Universidad, o dónde se puede encontrar aquella esencial de la que carecemos. A partir de este momento, ya se debe ir construyendo un fichero de bibliografía general en el que se deben apuntar también los datos de localización de las obras.