Racismo Y Deshumanización Como Instrumento Político
Una Análisis Interdisciplinar Del Conflicto Palestina e Israel
Cristian Beltrán Barrero
Conflicto Israel - Palestina
En el contexto político colombiano, ciertos sectores de la ultraderecha han intentado generar tensiones entre el presidente Gustavo Petro y el Estado de Israel. Es fundamental aclarar que sentir empatía por la población israelí no equivale a respaldar las acciones del Estado de Israel contra la población civil palestina. Quienes afirman lo contrario suelen tergiversar los hechos para justificar posturas de odio. Las masacres, independientemente de su origen, deben ser condenadas sin excepción. No pueden justificarse bajo ningún pretexto, ni siquiera como represalia o en nombre de la lucha contra el terrorismo. Condenar las acciones terroristas de grupos como Hamás no implica, de ninguna manera, aprobar el exterminio colectivo de la población civil palestina. Existen límites éticos que no deben ser transgredidos. Las acciones terroristas son condenables porque afectan a civiles inocentes, pero esto no justifica el exterminio de otro pueblo. El genocidio, sin importar la bandera que lo respalde, debe ser rechazado categóricamente. Tanto las acciones terroristas de Hamás contra civiles israelíes como las políticas del Estado de Israel que resultan en el sufrimiento del pueblo palestino son igualmente condenables.
Reflexión sobre Occidente y Gaza
La aparente permisividad de Occidente frente al conflicto en Gaza puede explicarse, en parte, por dinámicas históricas y estructurales. El racismo, entendido como la deshumanización del "otro" no blanco, ha sido un componente central de la modernidad occidental desde la conquista europea del "Nuevo Mundo". Este fenómeno establece jerarquías humanas basadas en el color de piel y el fenotipo, articuladas al desarrollo del capitalismo. El debate histórico entre Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda ilustra esta lógica. Mientras Sepúlveda negaba la humanidad de los pueblos indígenas por no compartir la noción europea de propiedad o religión, Las Casas abogaba por un trato más humano, aunque desde una perspectiva paternalista. Estas ideas fundacionales siguen influyendo en las dinámicas modernas. En el caso de Gaza, la población palestina es percibida como "prescindible" dentro del sistema financiero neoliberal. Esta deshumanización permite que el sufrimiento de Gaza sea normalizado, mientras los discursos oficiales de derechos humanos y democracia persisten sin cuestionamientos profundos.
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